Autor: Pererira Silva Teresa
El desarrollo tecnológico, la aplicación de nuevas modalidades terapéuticas y el crecimiento de las unidades de cuidados intensivos pediátricas han permitido recuperar muchos niños con enfermedades antes consideradas mortales. El progreso generó un cambio de paradigma, en el cual, la muerte es una circunstancia siempre prevenible, evitable. En este contexto, la muerte de un niño resulta aún más inaceptable. Sin duda, el lado escabroso de este nuevo paradigma es la prolongación de la agonía y el sufrimiento en aquellos casos en que el tratamiento es fútil, lo cual genera una forma de iatrogenia definida como encarnizamiento terapéutico. Los cuidados paliativos surgen como una respuesta para mitigar el sufrimiento y sostener al niño y a la familia en tan duro trance. Al definir el cuidado paliativo como "… el cuidado activo y total de las enfermedades que no tienen respuesta al tratamiento curativo, siendo el objetivo principal conseguir la mejor calidad de vida posible para los pacientes y sus familias", la Organización Mundial de la Salud ofrece algunos lineamientos útiles: alivio del dolor y de otros síntomas; no alargar ni acortar la vida; considerar la muerte como algo normal; proporcionar sistemas de apoyo para que la vida sea lo más activa posible y dar apoyo a la familia durante la enfermedad y el duelo.
2012-10-22 | 454 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 110 Núm.3. Mayo-Junio 2012 Pags. 203-206 Arch Argent Pediatr 2012; 110(3)