Fragmento

En enero de 2012 la finalización de la erradicación de la polio fue declarada una emergencia programática para la salud pública global por la directiva de la Organización Mundial de la Salud. A pesar del gran progreso alcanzado desde el inicio de la “iniciativa para la erradicación global de la polio” (GPEI, por sus siglas en inglés) en 1988, la circulación del poliovirus nativo salvaje (WPV, por sus siglas en inglés) continúa en tres países (Afganistán, Nigeria y Pakistán). La India no ha reportado un caso de polio desde enero de 2011 y ha sido considerada libre de polio desde febrero de 2012. Este informe resalta el progreso hacia la erradicación global de la polio durante enero de 2011 y marzo de 2012. El número de casos de polio reportados globalmente decreció un 52%, de 1 352 en 2010 a 650 en 2011. Estos 650 casos incluyen 341 (53%) reportados en cuatro países con polio endémica (Afganistán, India, Nigeria y Pakistán), 230 (35%) en países previamente libres de polio en los cuales importaciones de WPV restableció la transmisión por 12 meses (Angola, Chad y la República Democrática del Congo), y 79(12%) en nueve países afectados por brotes. Comparado con 2010, los casos de WPV aumentaron en 2011 en Afganistán (69%), Nigeria (66%) y Pakistán (27%), pero disminuyeron en India (98%). Durante enero y marzo de 2012, un 59% menos de casos fueron reportados a nivel mundial (hasta el 15 de mayo), comparado con el mismo período en 2011 y todos los casos en 2012 han sido reportados en Afganistán. Chad, Nigeria y Pakistán. A pesar de que el progreso hacia la erradicación de la polio fue substancial en 2011, la persistente circulación de WPV en 2012, particularmente en Nigeria y Pakistán, plantea una amenaza contra los esfuerzos de la erradicación, enfatizando la necesidad por medidas de emergencia en los países afectados por la polio y aquellos a riesgo de brotes por importación.

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2012-10-31   |   1,761 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 120 Núm.3. Julio-Septiembre 2012 Pags. 246-250 Gac Méd Caracas 2012; 120(3)