La investigación en Enfermería inicia en 1859 con los registros detallados de las observaciones de Florence Nightingale (madre de la Enfermería Prefesional). Sin embargo, actualmente la connotación Investigavción Científica, provoca diferentes reacciones de expresión en el personal de enfermería y de manera general, entre las más comunes son: “no me gusta”, “para qué”, “investigar… ¿yo?, entre otras. Además, hay quienes creen que la actividad investigativa, no guarda relación con su práctica profesional, pues la consideran difícil de aplicar, muy complicada y que se requiere de un talento o don profesional. Y no es así, sólo se requiere para empezar de profesionales interesados en la capacitación y formación académica en Metodología de la Investigación con deseos de aplicar y hacer investigación en su área, ya que de ahí está su experiencia profesional, y como nos dice Artemus Ward: “No son las cosas que desconocemos lo que nos dan problemas, son las cosas que conocemos las que los causan”. Solamente hay que querer cuestionarlos y reflexionar; ¿Hay problemas en mi área de trabajo?, ¿Puedi mejorar mi práctica profesional?, ¿Realmente está funcionando bien mi departamento?. Así, se deben retomar los problemas cotidianos de nuestro entorno, de nuestras áreas de trabajo, incluso también cuestionar las relaciones interpersonales con y para el usuario, nuestras colegas y la atención otorgada al paciente en el hospital en la comunidad, de igual manera las técnicas y procedimientos en cada área, todo esto forma parte del quehacer cotidiano como profesionales de la Salud y en el caso de enfermería, como prestadores de un servicio de salud, aplicar la investigación como un componente esencial para promocionar la excelencia del cuidado.
2012-11-06 | 1,070 visitas | 1 valoraciones
Vol. 3 Núm.2. Abril-Junio 2012 Pags. 3-4 Rev Med UAS 2012; 3(2)