Esclerodermia, una condición tratable

Autor: Irazoque Palazuelos Fedra

Fragmento

La esclerosis sistémica o esclerodermia es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por afectar fundamentalmente la piel, la circulación y algunos órganos a raíz de la alteración de los fibroblastos, lo cual desencadena esta condición progresiva e incurable pero tratable conforme a su evolución en cada paciente. Su prevalencia se incrementó de 200/1000,000 habitantes en 1993 a 232/1000,000 en 2002. Esto a consecuencia de su mejor reconocimiento y diagnóstico. Afecta en mayor proporción a mujeres que a hombres en todas las poblaciones, aunque la relación es muy variable. Las manifestaciones cutáneas son las más frecuentes y se caracterizan por engrosamiento y endurecimiento de la piel, así como por alteraciones vasculares propias del fenómeno de Raynaud, que puede preceder por varios años o presentarse al mismo tiempo; éste consiste en cambios de coloración de las palmas de las manos o plantas de los pies, con: palidez, cianosis, rubor llegando en casos graves a necrosis, cuando los pacientes se exponen a cambios de temperatura, por lo general bajas, o durante los cambios estacionales; la fisiopatogenia es fundamentalmente vasoespasmo. Un síntoma común son las manos y los pies fríos; en fases más tardías aparecen telangiectasias y otras alteraciones como úlceras, calcinosis, hipo o hiperpigmentación de la piel. Las contracturas en flexión se presentan a lo largo de la evolución de la enfermedad, ocurren en más de la mitad de los casos. Con mayor frecuencia se afectan las articulaciones de manos, muñecas, codos, y en casos más graves de hombros y caderas, ocasionando diversos grados de invalidez. Otras observaciones clínicas incluyen daño pulmonar que ocasiona tanto fibrosis como hipertensión arterial pulmonar; afección cardiovascular, gastrointestinal y renal, deteriorando la calidad de vida de los pacientes.

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2012-11-23   |   311 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 35 Núm.417. Agosto 2012 Pags. 9-10 Prescripción Médica 2012; 35(417)