Prurito vaginal, el diagnóstico

Autor: Santiago Carballo Margarita

Fragmento

Se define como “comezón en genitales”, lo generan múltiples condiciones y ocupa entre 15 y 20% de la consulta ginecológica. Sus causas van desde una dermatitis de contacto hasta neoplasias o enfermedades sistémicas, es un síntoma de “alerta” para detectar a tiempo cualquier problema. Se localiza desde el pubis, región perianal, labios mayores y menores, introito vaginal, meato urinario y clítoris. Ocurre en la zona dermoepidérmica, donde se localizan las terminales de las fibras nerviosas amielínicas. La sensación recorre el haz espinotalámico dorsal para llegar al centro del tálamo y luego a la corteza frontal donde se le reconoce como ardor, comezón o dolor. Exsisten dos tipos de prurito; el central, que nace en el sistema nervioso central (SNC) debido a problemas metabólicos y el periférico, debido a problemas en la región perianal. Lo más frecuente es que se deba a un problema dermatológico, por contacto, infecciones, a la falta o exceso de higiene. También existe un componente psicológico. Ante este síntoma es mejor la valoración completa y si no se identifica la causa, se habla de prurito idiopático. Cuando su origen es local incluye infecciones. El dermatológico se debe a reacciones por contacto, lesiones por liquen esclerosado, psoriasis, hiperplasias de células escamosas o vulvitis de células plasmáticas. Se observa en: neoplasias de vulva, enfermedad de Paget, lesiones pigmentadas, linfomas y síndromes mieloproliferativos o neoplasias hematopoyéticas. También se presenta durante el embarazo, en diabetes, problemas tiroideos, insuficiencia renal, durante cistitis y hasta cuando hay diarrea. Aparece en algunas enfermedades del sistema nervioso como epilepsia, esclerosis múltiple y algunas lesiones corticales.

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2012-11-23   |   327 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 35 Núm.418. Septiembre 2012 Pags. 4 Prescripción Médica 2012; 35(418)