Osteoporosis en hombres

Autor: García Pinto Guillermo

Fragmento

Entre los 18 y 50 años de edad, la incidencia de fracturas en hombres es mayor que en mujeres, en especial de pelvis, húmero, codo y fémur. No obstante, al final de los 50 años, las de cadera se vuelven más frecuentes en las mujeres (incidencia de 2 a 1), mientras que en los hombres se incrementan las de columna y pelvis. Sin embargo, por razones aún no muy claras, la incidencia de fracturas de cadera en hombres tiende a incrementarse con mayor rapidez, ya que mientras a lo largo de la vida su masa ósea se mantiene constante, comienzan a perderla entre los 65 o 70 años de edad. Este fenómeno se observa en aquellos que se exponen poco a la luz del sol, que usan siempre bloqueador, tienen deficiente ingesta de vitamina D y calcio, llevan una vida sedentaria, consumen tabaco o alcohol y presentan bajos niveles hormonales (20% menos testosterona, por lo que en todo hombre con osteopenia u osteoporosis de forma rutinaria debe ser valorada la testosterona sérica total o libre y la hormona luteinizante). En el hipogonadismo agudo (40% de los casos), la pérdida de hueso puede ser tan alta como en las mujeres posmenopáusicas; el descenso en los andrógenos puede ser un factor importante, así como otras endocrinopatías (síndrome de Cushing, hipertiroidismo primario, hiperprolactinemia, acromegalia, hipercalcinuria idiopática). La enfermedad también se hace aparente en pacientes con osteomalacia, síndromes de pérdida de fosfatos, acidosis metabólica, desórdenes mielo y linfoproliferativos o neoplasias (mieloma múltiple, mastocitosis, metástasis); con el uso de fármacos como glucorticoides, etanol, tirohormona (exceso), heparina o anticonvulsivos; es común en algunas enfermedades hereditarias como la osteogénesis imperfecta, síndrome de Ehlers-Danlos, enfermedad de Marfan y homocistinuria; además de trastornos como la inmovilidad, enfermedades crónicas (artritis reumatoide, falla renal, desnutrición, sarcoidosis esquelética, enfermedad de Gaucher, hipofosfatasia y hemoglobinopatías).

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2012-11-23   |   458 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 35 Núm.419. Octubre 2012 Pags. 1-3 Prescripción Médica 2012; 35(419)