Autor: Argueta Villamar Víctor
Por su elevada morbimortalidad y alto costo, es un problema de salud a nivel mundial. La falta de diagnóstico temprano produce consecuencias, ya que la pérdida progresiva de la función renal ocasiona múltiples complicaciones, que devienen en un pronóstico mortal. De acuerdo con las guías de la Fundación Internacional de Enfermedades del Riñón (DOQI), esta condición tiene cinco estadios. El cuarto se define como la etapa previa a la necesidad de emplear tratamientos de remplazo renal, como son los procedimientos de diálisis; se caracteriza por el deterioro progresivo de la capacidad funcional de los riñones para limpiar la sangre de impurezas, hasta prácticamente 80%. Lo anterior requiere no solamente del conocimiento de las causas que generan la enfermedad renal crónica, sino de un esquema de tratamiento que permita mantener al paciente en condiciones satisfactorias. Esto implica retrasar la posibilidad de que llegue a la insuficiencia renal crónica terminal (estadio cinco de las guías DOQI), mediante tratamiento médico y una dieta muy específica. Etapas de tratamiento El paso inicial es determinar si se trata de enfermedad renal primaria o secundaria y si daña la función renal. Las causas más frecuentes son diabetes e hipertensión arterial, lo que nos obliga a controlar estos padecimientos en forma muy cuidadosa. Posteriormente, tenemos que valorar las condiciones en las que se encuentra el paciente con el fin de impedir que exista mayor daño. Para ello, es necesario conocer los resultados de laboratorio que debemos realizar en forma periódica. Se debe tener presente que cada fase del deterioro funcional renal reviste una característica de tratamiento: Etapa 1. La tasa de filtración glomerular (TFG) está en los límites bajos de lo normal, lo más importante es controlar las causas que van a degenerar la función renal, siendo las principales la hipertensión y la diabetes, entre muchas otras. Cada una debe ser detectada y manejada para impedir que el deterioro sea mayor.
2012-11-23 | 225 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 35 Núm.419. Octubre 2012 Pags. 8 Prescripción Médica 2012; 35(419)