Autores: Escandón Espinoza Yoeli Marisa, González Acosta Marco Antonio, Mendoza Zúñiga Francisco Martín
Las quemaduras eléctricas incrementan súbitamente la temperatura de diferentes tejidos, lo que produce una lesión, que en grado máximo ocasiona necrosis de la piel, del músculo (rabdomiólisis) e, incluso, del hueso. Estas lesiones producen edema, y en el caso de la rabdomiólisis conllevan un síndrome compartimental en la extremidad afectada y, en última instancia, una lesión irreversible, con pérdida de la extremidad. El tratamiento de la quemadura eléctrica de alto voltaje incluye: reanimación agresiva con líquidos, evaluación seriada de la integridad vascular distal y, en caso necesario, fasciotomía de urgencia o exploración compartimental muscular. Exponemos el caso de un paciente escolar que sufrió una quemadura de alto voltaje, que ocasionó, en el sitio de entrada, en la mano derecha, una quemadura de segundo y tercer grado, con sitio de salida en el flanco derecho; por retraso en el tratamiento, la quemadura evolucionó tórpidamente a síndrome compartimental. En nuestra unidad se realizaron las fasciotomías, pero el resultado no fue favorable, por lo que se decidió amputar la mano.
Palabras clave: Quemadura eléctrica síndrome compartimental amputación.
2012-12-11 | 1,060 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.3. Julio-Septiembre 2012 Pags. 228-231 Rev Esp Med Quir 2012; 17(3)