La situación nutricional de la niñez en Latinoamérica:

Entre la deficiencia y el exceso, de brecha nutricional a deuda social 

Autor: Del Castillo Matamoros Sara Eloisa

Fragmento

Problemas nutricionales prevalentes Han pasado veinte años desde que tuvo lugar la Conferencia Internacional de Nutrición de 1992, y dieciséis desde que se celebró la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, y si bien se ha visto mejoría en algunas cifras, los problemas nutricionales más críticos permanecen. Muchos se han mitigado pero la mayoría siguen intactos y afectan de manera notoria a los niños de los países y regiones más pobres de Latinoamérica y el Caribe, a pesar de que la población infantil aparece como una prioridad en las acciones indicativas de los planes de acción de ambos eventos. Resulta cuando menos paradójico que, en la última década, Latinoamérica haya elevado de manera importante sus indicadores económicos, al punto que hoy por hoy, frente a la crisis económica mundial, países de la región, como Brasil y Costa Rica, presentan cifras de PIB superiores a algunos países del primer mundo. Sin embargo, los indicadores nutricionales más importantes, asociados con los factores determinantes sociales, no han tenido cambios significativos. El bajo peso al nacer en la región para el periodo referido, bajó tan solo del 10% (1) al 8% (2). La desnutrición crónica en niños menores de cinco años, bajó del 18% (1) al 15% (2), solo tres puntos porcentuales en dos décadas. Lo anterior significa que las situaciones de mayor costo nutricional, como son la desnutrición al nacer y el retraso de la talla para la edad, con los altos costos que ambas situaciones cobran al desarrollo infantil, no han disminuido de manera significativa en una región que, a pesar de su crecimiento económico, es una de las más inequitativas del planeta, y así lo confirman estos dos indicadores. Además, en el Estado Mundial de la Infancia de 1998, la UNICEF no solo da cuenta de las problemáticas nutricionales producto de las carencias proteico-calóricas, sino que documenta una emergencia silenciosa que ataca de manera profunda a los niños: las deficiencias de micronutrientes, como el hierro, el calcio, el yodo, el cinc, el ácido fólico y la vitamina A, carencias todas evitables, que dejan secuelas importantes en el potencial de crecimiento y desarrollo infantil, y generan situaciones de vulnerabilidad ante enfermedades que frecuentemente comprometen la supervivencia de los niños que las padecen.

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2013-01-04   |   442 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 32 Núm.4. Octubre-Diciembre 2012 Pags. 471-473 Biomédica 2012; 32(4)