Autores: Berrios Germán E, Rogelio Luque
El grupo de los denominados “trastornos afectivos” surge de la convergencia, ocurrida al inicio del siglo XX, de ciertos términos (afecto y sus derivados), conceptos (nociones teóricas obre las experiencias relacionadas con el estado de ánimo) y conductas (cambios observables en el discurso y la acción). La propia palabra afectivo tiene una dilatada e ilustre historia, y forma parte de una “panoplia” de vocablos como emoción, pasión, sentimiento, ánimo, afecto, distimia, ciclotimia o disforia, que denominan experiencias subjetivas superpuestas con etimología y origen diferentes. Por una serie de razones históricas e ideológicas, la semiología de la afectividad no alcanzó el mismo desarrollo que las funciones intelectuales. A lo largo del siglo, las nociones predecimonónicas de manía y de melancolía se transformaron en los nuevos conceptos de manía y depresión y se asociaron en los estados combinados (locura alternante, circular, periódica, doble forma). Este proceso culminó con la integración de todos los estados afectivos en la locura maniaco-depresiva de Kraepelin. Finalmente, este concepto extenso se fue fragmentando por los trabajos, entre otros, de Wernicke, Kleist, Leonhard, y culminó en la propuesta de Angst y Perris de separar la depresión unipolar del trastorno bipolar, aceptada desde 1980 por el DSM-III.
Palabras clave: Trastornos psicóticos afectivos historia de la medicina trastorno bipolar trastorno depresivo depresión.
2013-01-07 | 604 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 40 Núm.1. Diciembre 2011 Pags. 130-146 Rev Col Psiqui 2011; 40(Supl. 1)