Resistencia a fármacos antituberculosis en pacientes coinfectados con tuberculosis y virus de la inmunodeficiencia humana, en un hospital de referencia de 2007 a 2010 en Cali (Colombia)

Autores: de Paz David A., Potes Laura, Quiñones Quiñones Edgardo, Martínez Luisa Fernanda, Cepeda Magda, Guarín Nora, García Goez José Fernando, et al

Resumen

Objetivo: La resistencia a los fármacos antituberculosis es de gran interés en salud pública. La coinfección con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ha cambiado el comportamiento de dicha enfermedad. El objetivo de nuestro estudio es determinar la prevalencia de la resistencia a fármacos antituberculosis en pacientes coinfectados con tuberculosis (TB)/VIH. Método: Se realizó un estudio retrospectivo a partir de la revisión de los registros clínicos de casos nuevos y fracasos de TB coinfectados con VIH que consultaron a un centro de atención de nivel IV desde 2007 a 2010 y que contaban con pruebas de susceptibilidad. Resultados: Un 52% de los pacientes procedían de Santiago de Cali, y un 8%, de Buenaventura. La TB se presentó de forma extrapulmonar en el 80% de los pacientes. Del 48% de los sujetos que conocían su estado VIH previo al diagnóstico de la TB, el 40% estaban en terapia antirretroviral. El 16% de los casos eran fracasos, entre los cuales se detectó un caso multi-drogorresistente. De los casos nuevos, se encontró monorresistencia a la isoniazida del 14%, y una resistencia total del 28%. Conclusiones: Se encontró una mayor prevalencia de resistencia a la esperada en población coinfectada TB/VIH; por lo que es necesario fortalecer el trabajo en equipo entre las entidades públicas y privadas para controlar dicha situación y fomentar el diagnóstico temprano y la realización de pruebas de susceptibilidad a fármacos antituberculosis.

Palabras clave: Tuberculosis; virus de la inmunodeficiencia humana; resistencia antituberculosis; isoniazida; rifampicina; TB-MDR.

2013-02-11   |   585 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 16 Núm.3. Julio-Septiembre 2012 Pags. 161-165 Infectio 2012; 16(3)