Autor: Apitz Rafael
Introducción La evolución del proceso arteroesclerótico es el resultados de la conjunción multifactorial de factores intrínsecos y extrínsecos. Este concepto deriva de la evidencia acumulada en los últimos 50 años, proveniente tanto de estudios experimentales como poblacionales. Desde el punto de vista poblacional, se puede considerar que el “Framingham Heart Study”, iniciado en 1948 bajo la dirección del Dr. Thomas Dawber, ha sido y continua siendo el estudio más relevante en la identificación de los factores comunes que contribuyen al desarrollo a largo plazo, de enfermedad cardiovascular y/o cerebrovascular en sujetos aparentemente sanos. En términos generales, estos factores se denominan “factores de riesgo ateroesclerótico”. Desde la óptica de la salud pública, los organismos de toma de decisiones deberían implementar medidas que modifiquen el impacto de estos factores en la salud del colectivo. En la práctica, esos factores se agrupan en dos grandes categorías: Modificables y No modificables. Cualquier intervención que se desee implementar sobre alguno(s) de los factores modificables requiere de un adecuado estudio epidemiológico, que si está bien diseñado va a aportar también datos sobre la prevalencia y distribución de estos en una muestra representativa de la población general. Medidas tendientes a modificar el tabaquismo o disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos han contribuido significativamente a la prevención de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, estudios patológicos y epidemiológicos sugieren que no más del 50% al 70% del riesgo general para enfermedad vascular ateroesclerótica puede ser atribuido a estos factores “clásicos” de riesgo. Estos hallazgos han llevado a la investigación de nuevos factores de riesgo. Entre estos factores de riesgo “emergentes”, resalta los niveles plasmáticos moderadamente elevados del aminoácido homocisteína.
2013-03-08 | 691 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 121 Núm.1. Enero-Marzo 2013 Pags. 3-23 Gac Méd Caracas 2013; 121(1)