Autor: Ruiz Maldonado Ramón
A últimas fechas hemos sido testigos de la amplia renovación física de que ha sido objeto el INP, pensamos que, la renovación física debería ir acompañada de una renovación de los objetivos del INP y de los medios para lograrlo. De hecho bastaría con aplicar el decreto que le dio origen. Para la investigación, la enseñanza especializada y la atención de los problemas médicos más complejos, el Gobierno de la República, a través de la Secretaría de Salud, creó los institutos nacionales de salud, entre ellos el Instituto Nacional de Pediatría en abril de 1983, pero con una brillante trayectoria desde 1970. A pesar de que tenemos más de 20 años de ser Instituto, no se han dado las condiciones organizativas ni el cambio de mentalidad necesarios para poner en práctica cabalmente los objetivos del decreto que creó al INP y que a la letra dicen: I. Proporcionar atención médica infantil especializada. II. Efectuar investigaciones clínicas y básicas en las distintas disciplinas que comprende la pediatría, en las que se imparta atención médica. III. Impartir enseñanza para la formación de recursos en las disciplinas de la pediatría. En el INP la atención pediátrica especializada, la investigación y la enseñanza de las disciplinas de la pediatría se han visto restringidas por la residencia en pediatría general, que absorbe buena parte de los recursos materiales y humanos. Cada año se gradúan alrededor de 42 pediatras generales que casi en su totalidad se dedicarán exclusivamente a la práctica privada.
2013-05-03 | 842 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.1. Enero-Febrero 2013 Pags. 1-2 Acta Pediatr Méx 2013; 34(1)