Autor: Zárate Treviño Arturo
A finales de la década de 1960, antes de la navidad, se había establecido la costumbre de celebrar un festejo que ocurría a mediodía en la sala de juntas de la dirección del Hospital de Gineco-Obstetricia 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la esquina de Xola y Gabriel Mancera. El cuerpo directivo y los jefes de los servicios clínicos del hospital se reunían para la celebrar este ritual casi litúrgico oficiado por el doctor Carlos Mac Gregor, entonces Jefe de Enseñanza e Investigación. Pero, ¿quién era Mac Gregor, que irradiaba nobleza, caballerosidad y afabilidad? Cuando el doctor Luis Castelazo Ayala había conseguido que una simple maternidad del Instituto se convirtiera en el Hospital de Gineco-Obstetricia 1 y que este alcanzara el prestigio para colocarse como el centro de la gineco-obstetricia moderna en Latinoamérica, se requería incorporar en su equipo a un colaborador con los atributos de diplomacia, concertación, conciliación, prudencia, respetabilidad y efectividad. Alfonso Álvarez Bravo, un eminente cirujano que se desempeñaba en la Jefatura de Ginecología en el Hospital Español, recomendó a uno de sus alumnos: el doctor Mac Gregor, quien se había recibido como médico en octubre de 1948, en la Facultad de Medicina de la UNAM.
2013-05-13 | 837 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 51 Núm.3. Mayo-Junio 2013 Pags. 358-359 Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2013; 51(3)