Autores: Zepeda Gómez Edson Manuel, Vázquez Tsuji Óscar, Campos Rivera Teresita
La larva migrans visceral es la infección más común producida por nemátodos zoonóticos en muchos países en vías de desarrollo, fue descrita desde 1950 sin embargo durante años se consideró poco común en niños. Es ocasionada por la ingestión de huevos larvados de Toxocara mediante la geofagia o alimentos contaminados, los parásitos adultos, viven en el intestino delgado de los perros y los gatos, las manifestaciones clínicas dependen del órgano afectado, de la migración del helminto o de la intensidad de la infección. Puede ser una infección asintomática o producir un cuadro de larva migrans visceral u ocular. Es más frecuente en los niños de edad preescolar y escolares. Las manifestaciones clínicas de la larva migrans ocular se caracterizan por producir estrabismo, endoftalmitis, inflamación crónica de los tejidos de la cámara posterior o granulomas crónicos, uveítis y alteraciones en la retina las cuales pueden producir ceguera en el ojo afectado. La existencia de leucocoria es un signo de alarma en el que se debe realizar diagnóstico diferencial con retinoblastoma ya que este es el tumor intraocular más frecuente en la infancia, y representa el 4.3% de cáncer en niños. Se presenta con mayor frecuencia de forma unilateral, también puede manifestarse con uveítis y desprendimiento de la retina y tiene una sobrevida actual del 90% si se detecta a tiempo. Se presenta el caso clínico de un paciente con larva migrans ocular en el que fue necesario realizar diagnóstico diferencial con retinoblastoma.
2013-06-26 | 1,098 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 26 Núm.104. Abril-Junio 2013 Pags. 307-313 Rev Enfer Infec Pediatr 2013; XXVI(104)