Trasplante no mieloablativo en linfoma no Hodgkin

Autor: Gutiérrez Aguirre César Homero

Fragmento

Los linfomas no Hodgkin (LNH) representan un grupo heterogéneo de enfermedades neoplásicas malignas que pueden tener un curso clínico variable, agresivo o indolente. Debido a esto la probabilidad de erradicar la enfermedad de manera permanente utilizando esquemas convencionales de quimioterapia depende, entre otras cosas, de la estirpe histológica del linfoma. De acuerdo a estudios publicados, el 30% a 70% de los pacientes con LNH que logran remisión recaen en los siguientes meses. Una vez que el paciente presenta recaída o progresión del linfoma, el pronóstico es poco favorable si se utiliza solo quimioterapia convencional. La opción terapéutica considerada de primera línea en estos pacientes es la administración de dosis altas de quimioterapia seguida de trasplante autólogo de células hematopoyéticas (auto-TCH). El auto-TCH es relativamente menos tóxico y puede tener menos complicaciones que un trasplante alogénico de células hematopoyéticas (alo-TCH), sin embargo no es útil en linfomas quimio-refractarios, carece del efecto injerto contra tumor y el riesgo de recaída es mayor debido a contaminación de las células recolectadas por células tumorales. El alo-TCH utilizando esquemas de acondicionamiento mieloablativo disminuye el riesgo de recaída sin embargo es altamente tóxico aumentando en forma importante la mortalidad relacionada al trasplante, principalmente en pacientes con edad avanzada, con otras enfermedades asociadas o que han sido previamente expuestos a múltiples tratamientos con quimio o radioterapia, restringiendo este procedimiento solo a pacientes jóvenes en buenas condiciones clínicas. El alo-TCH para neoplasias hematológicas fue desarrollado a finales de los años sesentas utilizando dosis letales de quimioterapia y/o radioterapia con el propósito de erradicar la enfermedad de base y posteriormente restaurar la hematopoyesis con células de un donador. Weiden y colaboradores, demostraron a finales de los años setentas que las células trasplantadas conferían por si solas efecto inmunológico antileucémico, observando que aquellos pacientes que desarrollaron EICH tenían menor riesgo de recaída.

Palabras clave:

2013-07-08   |   463 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 12 Núm.1. Abril-Mayo 2011 Pags. S35-S37 Rev Hematol 2011; 12(Supl. 1)