Uno de los momentos concluyentes del acto médico es el planteamiento de una propuesta terapéutica; por medio de la cual el facultativo intenta aliviar al consultante de las molestias que le llevan a buscar ayuda. Propuesta que debería entenderse no solo como formulación de medicamentos, sino también como recomendaciones, e indicaciones de cambios en el estilo de vida que coloquialmente podríamos llamar “consejos”. En la práctica médica existe la tendencia a asumir que el paciente no se sentirá “bien tratado”, si no se le envían medicamentos. Demeritando las recomendaciones, como si ellas no fueran también prescripciones. Esta visión distorsionada ha llevado incluso a que los pacientes mismos sean los que exijan medicaciones algunas veces innecesarias, “mándeme al menos unas vitaminas Dr.”, es la frase utilizada por algunos pacientes cuando al final de una consulta se le da una recomendación y no un medicamento.
2013-10-02 | 1,235 visitas | 1 valoraciones
Vol. 10 Núm.5. Septiembre-Diciembre 2012 Pags. 8-11 SIGNOSVitales 2012; 10(5)