En la última década, diversas instituciones y personas han impulsado esfuerzos orientados a mejorar la calidad, la pertinencia y la equidad de la educación. Todas coinciden en la importancia del docente como protagonista de estos esfuerzos, al ser la figura institucional más permanente encargada del aprendizaje y la formación de los alumnos. Adicionalmente, las políticas educativas en el nivel superior tienden a forjar un nuevo tipo de académico, con un perfil que cubre las diversas funciones universitarias. Esto genera nuevos desafíos para los docentes, los cuales, en la búsqueda institucional de incrementar la productividad, son sometidos a nuevas exigencias para las que no siempre están preparados. Una de éstas corresponde a la función de tutoría.
2013-11-21 | 290 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 1 Núm.2. Abril-Junio 2004 Pags. 87-89 Rev Educ Desa 2004; 1(2)