Autor: Aparicio Suárez José Luis
Las comunidades científica y universitaria se regocijan con una mirada multidisciplinar de la salud pública, para acariciar propósitos que resultan posibles si hay voluntad, coherencia, sabiduría e integración. Cada ciudadano, su bienestar, acceso a la atención y derechos como ser humano, se convierten en ejes centrales de un proceso dinámico que involucra a la salud y el mejoramiento continuo de los entornos donde convivimos, al que debemos aportar. Es tan prolífico el conocimiento, que puede confundir si no se dominan las esencialidades. De ahí que vale considerar a la salud como uno de los ámbitos más relevantes para el desarrollo social. Continúa entendiéndose por muchos bajo la lógica de oposición a la enfermedad y, en alguna medida, es vista con el prisma de viejos paradigmas. Desafía a los que protagonizan acciones por la salud la necesidad de ofrecer luz, con la constancia propia de los que hacen ciencia, para alejar lo místico-mágico que aún demoniza y envuelve la enfermedad, así como el enfoque biologicista en la práctica de la medicina. Nos corresponde arraigar el nuevo paradigma, basado en la determinación social de la salud.
2013-11-26 | 383 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 17 Núm.3. Julio-Septiembre 2013 Pags. 100-101 Medicentro 2013; 17(3)