El espacio del ejercicio ciudadano

Autor: Lamas Marta

Resumen

A partir de una perspectiva de género se propone analizar la desigualdad del ejercicio de la ciudadanía entre hombres y mujeres. Al considerar que el ejercicio de la ciudadanía es la capacidad de autodeterminación de los agentes del desarrollo, se plantea la pregunta sobre si las mujeres son capaces de autodeterminar sus vidas si no controlan sus cuerpos. La respuesta a la pregunta se encuentra: en la situación de subordinación social que priva en el país, y que habilita y confiere poder en forma dispar a hombres y mujeres; en la consideración de distinción legal y política entre lo público y lo privado, considerando a este último ámbito como lo doméstico, o sea, lo relativo a la familia, el cuidado de los hijos y el trabajo de la casa como responsabilidad de las mujeres y la política, como cosa de hombres. La integración femenina al trabajo asalariado y la política (mundo "masculino"), se presenta como una concesión sin consideraciones sobre las diferencias que se dan por las diferencias sexuales y de género. La ausencia de tales consideraciones se traducen en procedimientos legales no igualitarios. Por lo anterior se plantea que el ejercicio de la ciudadanía requiere de una legislación democrática que respete el deseo sexual consensuado entre personas adultas y garantice que la decisión de tener o no hijos cuente con los medios para hacerla efectiva, esto es libertad para la reproducción. Para tal fin se debe considerar que los derechos sexuales y reproductivos comprenden igualdad de acceso a la información sexual, a los anticonceptivos, a los cuidados médicos y, en el caso de las mujeres, al aborto. Para la aplicación de medidas relativas al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos es necesaria la decisión política y económica. En particular, se debe analizar el conflicto central con relación al aborto, ¿quién decide y en función de qué se decide en una sociedad plural y con aspiraciones democráticas? A tal cuestión se encuentran los resultados de tres encuestas donde entre el 78 y el 88% de las personas interrogadas contestaron que quién debería tomar la decisión de un aborto, competía solo a la mujer o a la pareja. Sin embargo, la persistencia de un círculo vicioso donde la desigualdad socioeconómica determina la desigualdad política y ésta continúa reproduciendo las asimetrías socioeconómicas, lleva a la falta de democratización, la no-pluralización del proceso y los contenidos de las políticas del Estado. Lo que permite afirmar que los gobiernos no van a poder cumplir sus objetivos si no integran, desde el diseño hasta su evaluación, a las organizaciones civiles. Una de las estrategias de organización civil más productiva son las redes. Desde ellas, en particular GIRE, se viene planteando un giro en la política de una parte de la sociedad. Hoy se pasa a una política propositiva que quiere redefinir las fronteras de lo público desde la sociedad. Proponiendo renovar los sistemas de intermediación, representación y participación ciudadana.

Palabras clave: Derechos civiles ética aborto redes sociales feminismo responsabilidad social.

2003-03-08   |   7,248 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 13 Núm.1. Enero-Marzo 1999 Pags. 104-111. Perinatol Reprod Hum 1999; 13(1)