El problema del dolor ha sido para nosotros un factor de inquietud mental y, a través de los años de práctica en la neurocirugía, hemos tratado de establecer una relación entre el síntoma dolor y la lesión orgánica; cuando escuchamos a los fisiólogos considerar al síntoma dolor en una clasificación afectiva de sensación táctil, que da como resultado una molestia que para el médico en un hospital se transforma en el síntoma predominante (y que aparece igual en un tumor cerebral, en una fractura o en las enfermas con procesos ginecológicos), sentimos una necesidad apremiante de localizar, determinar y valorar su intensidad tratando de pensar que la información que se nos da es subjetiva porque el paciente, en un estado psicológico particular, un huracán de sufrimiento, no ayuda a precisar la intensidad del algia. Es en este momento en que con mesura debemos pensar en la vía del dolor y determinar la localización del territorio anatómico.
2013-12-04 | 309 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 81 Núm.10. Octubre 2013 Pags. 623-626 Ginecol Obstet Méx 2013; 81(10)