Actualmente, el acceso y administración de la gammaglobulina no es una situación extraordinaria; sin embargo, el desarrollo de la molécula, como ahora la conocemos, ha sido un proceso largo y complicado. Desde el descubrimiento de las antitoxinas, por von Behring y Kitasato, y la primera evidencia de los anticuerpos, por Ehrlich, la gammaglobulina ha seguido un camino complicado, con el fin de proveer delicado con el fin de proveer a los pacientes de un producto efectivo y seguro. Un paso importante en la historia fue el descubrimiento de Bruton, cuando administró gammaglobulina a un niño de ocho años, con lo que disminuyeron el número y la gravedad de las infecciones. Curiosamente, en otro niño de 12 años, con púrpura trombocitopénica idiopática e hipogammaglobulinemia secundaria a los inmunosupresores, se observó un aumento dramático de la cuenta plaquetaria después de la administración de gammaglobulina, lo que dio como resultado la administración de ésta también en episodios autoinmunitarios desde 1980. Actualmente, en el mercado existen múltiples presentaciones: intravenosas, al 5, 10 y 20%, y subcutánea, al 16.5%, lo que ha mejorado significativamente el tiempo que los niños pasan en el hospital y, algunos de ellos, pueden beneficiarse de su administración subcutánea en casa.
Palabras clave: Gammaglobulina historia.
2013-12-18 | 762 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 34 Núm.6. Noviembre-Diciembre 2013 Pags. 319-322 Acta Pediatr Méx 2013; 34(6)