Fragmento

El Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia, instaurado en febrero del 2013, está constituido por cuatro estrategias; la primera, hace referencia a la prevención de las adicciones, misma que piensa dirigirse a la población infantil, pues se busca que desde niños los mexicanos aprendan a enfrentarse al mundo sin requerir usar sustancias que, de modo ficticio, se han asociado a la diversión y la adultez. El alcohol y el tabaco legalmente permitidos para los mayores de 18 años terminan siendo el primer contacto que los niños y adolescentes tienen con el mundo de las drogas, y para evitar que lleguen a consumirlos necesitamos de la participación de todos los profesionales de la salud, y de un enorme esfuerzo social que involucra sobre todo a los padres de familia que hoy por hoy ven como «normal» la presencia de estas sustancias en su vida. Cambiar la perspectiva de los adultos es más complicado y tardado que enseñar hábitos saludables a la infancia, por ello todo el personal de salud, y no sólo el dedicado a la salud mental, debe participar en ello.

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2014-01-14   |   317 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 22 Núm.5. Septiembre-Octubre 2013 Pags. 123 Psiquis 2013; 22(5)