Autores: Hernández López Guillermo David, Graciano Gaytan Leticia, Buensuseso Alfaro Juan Antonio, Mendoza Escorza Javier, Zamora Gómez Edgar
La morbimortalidad materna continua siendo un grave problema pues se estima que tan solo en 2010 murieron 287,000 mujeres por causas maternas. La admisión de pacientes obstétricas a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en décadas pasadas representaba menos de 1% de los ingresos, actualmente es cada vez más frecuente su ingreso, principalmente durante el posparto. Los diagnósticos de ingreso son, por orden de frecuencia: hemorragia obstétrica (26-33%), trastornos hipertensivos, principalmente preeclampsia (21-42%), insuficiencia respiratoria (10%) y sepsis (10%). El porcentaje de mortalidad no supera 3%. La atonía uterina es la causa más frecuente, le sigue en orden de frecuencia la retención de restos placentarios y/o coágulos, las hemorragias secundarias a episiotomías y desgarros cervicales, perineales y/o vaginales. Las hemorragias puerperales representan una de las urgencias obstétricas más importantes que enfrentamos a diario, de ahí la importancia de brindar un manejo óptimo para la obtención de un resultado perinatal favorable. Simultáneamente a la estabilización hemodinámica se debe identificar la causa de la hemorragia para aplicar el tratamiento idóneo. La clave del tratamiento radica en la detección oportuna de signos de descompensación hemodinámica e hipoperfusión tisular y el inicio de fluidoterapia guiada por metas, evitando así el desarrollo o perpetuación del choque hipovolémico y sus consecuencias, todo ello con un fin único: disminuir la morbimortalidad materna.
Palabras clave: Hemorragia obstétrica reanimación objetivos.
2014-01-30 | 1,087 visitas | 1 valoraciones
Vol. 80 Núm.3. Julio-Septiembre 2013 Pags. 183-191 Rev Hosp Jua Mex 2013; 80(3)