Resumen

La morbimortalidad materna continua siendo un grave problema pues se estima que tan solo en 2010 murieron 287,000 mujeres por causas maternas. La admisión de pacientes obstétricas a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en décadas pasadas representaba menos de 1% de los ingresos, actualmente es cada vez más frecuente su ingreso, principalmente durante el posparto. Los diagnósticos de ingreso son, por orden de frecuencia: hemorragia obstétrica (26-33%), trastornos hipertensivos, principalmente preeclampsia (21-42%), insuficiencia respiratoria (10%) y sepsis (10%). El porcentaje de mortalidad no supera 3%. La atonía uterina es la causa más frecuente, le sigue en orden de frecuencia la retención de restos placentarios y/o coágulos, las hemorragias secundarias a episiotomías y desgarros cervicales, perineales y/o vaginales. Las hemorragias puerperales representan una de las urgencias obstétricas más importantes que enfrentamos a diario, de ahí la importancia de brindar un manejo óptimo para la obtención de un resultado perinatal favorable. Simultáneamente a la estabilización hemodinámica se debe identificar la causa de la hemorragia para aplicar el tratamiento idóneo. La clave del tratamiento radica en la detección oportuna de signos de descompensación hemodinámica e hipoperfusión tisular y el inicio de fluidoterapia guiada por metas, evitando así el desarrollo o perpetuación del choque hipovolémico y sus consecuencias, todo ello con un fin único: disminuir la morbimortalidad materna.

Palabras clave: Hemorragia obstétrica reanimación objetivos.

2014-01-30   |   1,087 visitas   |   1 valoraciones

Vol. 80 Núm.3. Julio-Septiembre 2013 Pags. 183-191 Rev Hosp Jua Mex 2013; 80(3)