Autor: Florencia Covarrubias Haiek
Introducción La enfermedad hipertensiva en el embarazo es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad materna y perinatal a nivel mundial. La preeclampsia es una patología específica del embarazo caracterizada por el desarrollo de hipertensión y proteinuria que en ocasiones evoluciona hacia un conjunto de manifestaciones clínicas multiorgánicas. Se explica a través de una placentación alterada en conjunto con ciertos factores cardiovasculares o metabólicos que predisponen a la enfermedad a través de la disfunción endotelial y respuesta inflamatoria sistémica exagerada. La prevención y predicción de la patología es motivo de numerosos estudios con el fin de prevenir la morbimortalidad materna. La preeclampsia es la segunda causa de mortalidad materna a nivel mundial y afecta al 5-7% de las mujeres embarazadas. En América latina y el Caribe las enfermedades hipertensivas provocan el 26% de las muertes maternas, en cambio en África y Asia representan un 9%. Se estima que anualmente más de 60 mil muertes maternas a nivel mundial son consecuencia de embarazos complicados con preeclampsia.3 En Estados Unidos la incidencia de preeclampsia se ha incrementado probablemente por el aumento en la prevalencia de factores de riesgo asociados como la hipertensión crónica, diabetes y obesidad. La preeclampsia severa es causa de patologías letales en la madre como el accidente vascular cerebral y la ruptura hepática, además de nacimiento pretérmino y restricción del crecimiento intrauterino. Los riesgos perinatales se incrementan hasta veinte veces más en las pacientes que presentan preeclampsia antes de las 32 semanas de gestación, comparados con las que la presentan a partir de la semana 37. Aún se desconoce la causa exacta de la preeclampsia, existen diferentes hipótesis que apoyan una alteración durante la placentación y remodelamiento de las arterias espirales uterinas. Actualmente, la única cura que se conoce para la preeclampsia es el «nacimiento» de la placenta, lo que corrobora que la placenta es el principal contribuyente para el desarrollo de la patología. La mayoría de las pacientes tienen una presentación clásica de preeclampsia después de la semana 20 de embarazo, o en las primeras 48 horas después del nacimiento. Estudios recientes sugieren que algunas mujeres pueden presentar preeclampsia sin manifestar los datos clínicos clásicos, o pueden hacerlo fuera de estos parámetros de tiempo. La preeclampsia se considera atípica cuando se presenta antes de la semana 20 de gestación o después de las primeras 48 horas de puerperio, en las que se manifiesta algún signo o síntoma de preeclampsia sin presentar la hipertensión o proteinuria características. Diferentes patologías propias del embarazo provocan una tarea difícil para el médico, las enfermedades hipertensivas son similares entre ellas tanto en la presentación clínica como en las alteraciones de laboratorio, además debemos tomar en cuenta que la preeclampsia puede sobreagregarse a otras patologías de base. Es importante conocer las diferentes presentaciones de la preeclampsia, con el fin de tener la capacidad para realizar un diagnóstico oportuno y así disminuir la morbimortalidad típica de las enfermedades hipertensivas en el embarazo a través de un tratamiento oportuno.
2015-04-24 | 16,950 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 21 Núm.132. Julio-Agosto 2014 Pags. 18-35 GINECO 2014; 21(132)