Pobreza y salud.

Un problema global, sus causas, consecuencias y soluciones 

Autor: Salinas Pedro José

Resumen

La pobreza afecta a individuos y familias en todas partes del mundo. La mayoría de la gente pobre vive en el mundo subdesarrollado, donde representan un tercio de la población. Venezuela, a pesar de sus inmensurables recursos naturales renovables y no renovables, de su PIB, de su índice de crecimiento económico, y sus altos ingresos per cápita, es uno de los países más pobres del continente. Se entiende que la pobreza es la carencia de recursos necesarios para satisfacer las “necesidades básicas” de la sociedad o carencia de recursos para vivir. Estas necesidades básicas se pueden resumir, asignándoles un orden de importancia relativo, como: salud, nutrición, vivienda y abrigo, educación, trabajo, recreación. También la carencia de ingresos monetarios, agricultura sostenible, tecnología y altas tasas de mortalidad infantil. El Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones similares, clasifican la pobreza en absoluta y relativa. Se estableció una canasta mínima de consumo que representa las necesidades básicas de la sociedad en estudio. De los 5700 millones de personas que hay en el mundo, unos 1300 millones viven en la pobreza. La pobreza se debe a múltiples factores, entre los más importantes: analfabetismo, presión demográfica, problemas de salubridad, problemas de tierras (invasiones, migraciones, etc.), alta dependencia en la agricultura, problemas de clima, problemas gubernamentales (dictaduras, gobiernos de facto, corrupción, anarquía, etc.), y guerras. Consecuencias de la pobreza son, entre otros, el robo, la estafa, el fraude, el secuestro, el asesinato, el narcotráfico, el lavado de dinero y la prostitución. Se sugieren algunas posibles soluciones.

Palabras clave: Pobreza subdesarrollo necesidades básicas causas consecuencias soluciones.

2007-03-21   |   1,472 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 15 Núm.1. Enero-Junio 2006 Pags. 17-21 MedULA 2006; 15(1)