Fragmento

En más de un siglo transcurrido desde la aparición de la anestesia y antisepsia, la transformación de esta rama de la medicina ha sido radical y aquellos cirujanos formalmente excluidos del trato con quienes se tenían por legítimos profesionales de la medicina, confundidos casi con el barbero o considerados como la sublimación del flebotomano, han pasado a ser una leyenda, dejando en su lugar al moderno profesante de la cirugía, dueño de una técnica definida, de variados y valiosos recursos y además, firmemente convencido de su poder y capacidad. El más somero examen nos deja persuadidos de los enormes avances logrados, pues a la antisepsia y la anestesia se sumaron en breve tiempo otros recursos técnicos innumerables; también los nuevos conocimientos de fisiología, patología y farmacología contribuyeron a la mayor seguridad del cirujano y éste, por su parte, desarrolló su habilidad, su intrepidez y serenidad, con todo lo cual se han ido logrando operaciones cada vez más audaces y complicadas, pues en cirugía lo mismo que en otras ramas de la medicina, el propósito ha sido vencer todo obstáculo y lograr de fijo la derrota de la enfermedad.

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2007-10-19   |   1,098 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 14 Núm.90. Julio-Agosto 2007 Pags. 3-4 GINECO 2007; 14(90)