Autor: Karchmer Krivitzky Samuel
De la secular escuela empírica y dogmática en donde destacados médicos, cada uno con sus propias ideas y experiencias iban modelando paso a paso, a base de contacto personal frente al caso clínico, la destreza y el cimiento conceptual del nuevo médico, poco o tal vez nada queda; en nuestra diversificada sociedad de masas, la escuela médica es también masiva y polimorfa. Debe familiarizarse al neófito primero con las ciencias biológicas y después con la medicina; en ella también reina la prisa y el cúmulo analítico amedrenta con razón al más medodado estudiante. El maestro ya no puede serlo sin esfuerzos adicionales al simple ejercicio profesional, ni puede evolucionar solo con la meditación y la edad identificada más a menudo como simple envejecimiento que como garantía de experiencia y madurez. En una sola generación se mudan varias veces los conceptos y las técnicas y se agigantan los contenidos de cada sector, dando así lugar a la progresiva especialización.
2007-11-29 | 1,354 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 14 Núm.92. Noviembre-Diciembre 2007 Pags. 3-4 GINECO 2007; 14(92)