Autonomía médica

Autor: Portocarreño Martínez Julio

Fragmento

Cuando se invoca la autonomía médica, frecuentemente se evidencia confusión con respecto a quién aplica -¿al individuo o la profesión?- y qué significa. Para comenzar, veamos qué se entiende por autonomía. La palabra se deriva del griego auto, “uno mismo”, y nomos, “norma”, lo que, dicho de otra forma, es la capacidad de alguien para tomar decisiones sin ayuda de otro. Para la Real Academia de la Lengua, autonomía es la “condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”. De otra parte, el Diccionario Enciclopédico Norma la define así: “estado y condición del individuo o pueblo que se gobierna por si mismo”. Dadas las anteriores acepciones de la palabra autonomía, es fácil entender por qué muchos entienden que alguien autónomo es alguien que puede actuar sin control, sin responder por su conducta. No obstante, el concepto moderno de autonomía propuesto principalmente por Kant, se refiere a la capacidad del individuo de gobernarse por una norma que él mismo acepta como tal, sin coerción externa. En este sentido, autónomo es quien actúa libremente de acuerdo con un plan elegido, es decir, dentro del marco de una norma libremente adoptada. Quien no es capaz de reflexionar para elegir libremente un plan, está destinado a ser controlado por otros.

Palabras clave:

2009-12-14   |   769 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 23 Núm.1. Enero-Marzo 2009 Pags. 9-11 Rev Col de Or Tra 2009; 23(1)