Fragmento

Desde hace varios lustros hemos comentado que el pilar fundamental para la salvaguardia de nuestro ejercicio profesional, se basa en la unidad del cuerpo médico, pues de lo contrario iríamos indefectiblemente a ser unos asalariados más en el ejercicio de la profesión. Pero el individualismo que siempre ha caracterizado nuestra formación universitaria, hizo posible que la iniciativa de ser los mismos médicos quienes dirigiéramos nuestro propio ejercicio se truncara, y lamentablemente nos vemos abocados a la explotación que en un principio ejerció el estado y que posteriormente ha pasado a particulares y a la iniciativa privada. Pero sin lugar a dudas la privatización de la Medicina, que ya es una realidad, deberíamos haberla hecho nosotros mismos, cuando vimos que el Estado tan sólo era un ente que usufructuando nuestro trabajo pasó a ser un mal administrador pues apeló a recursos oscuros en los estamento de Seguridad Social, que al tornarlos en botín de caza en la distribución politiquera, avasallaron todo principio ético y moral, llegando al extremo que con contratos a término, cercenaba toda prestación social.

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2011-06-10   |   512 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 53 Núm.4. Octubre-Diciembre 2002 Pags. 304 RCOG 2002; 53(4)