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Introducción El cérvix es una de las zonas en la mujer donde más frecuentemente se localizan patologías. Fuera del carcinoma, existe una variedad de patologías con lesiones no peligrosas y otras precursoras del cáncer; gracias a la citología cervical y a la colposcopia se descubren en forma temprana y pueden tratarse rápidamente. Con la citología cervical es posible reconocer alteraciones incluso no visibles en el cuello uterino, mientras que con la colposcopia se visualizan los cambios en el color de la mucosa y se generan imágenes del lugar exacto para tomar una biopsia y determinar el diagnóstico. La correlación entre la citología y la colposcopia no siempre es equivalente, ambos métodos son operadores dependientes y tienen falsos positivos y negativos. La suma de estos estudios brinda una amplia seguridad para el diagnóstico de las lesiones del cérvix, sobre todo de las precursoras del cáncer. La relativa facilidad de los exámenes en el cérvix permite la observación de los cambios fisiológicos que se producen en respuesta a las variaciones cíclicas normales de la secreción de hormonas ováricas, así como una variedad de anormalidades estructurales y condiciones patológicas. Es de suma importancia para el ginecólogo conocer la embriología, la histología, la anatomía y los cambios fisiológicos en el cérvix para dar el tratamiento adecuado y no ser agresivo con los padecimientos benignos, evitando las complicaciones de los tratamientos radicales como la estenosis cervical, la insuficiencia cervical o la dificultad para continuar la evaluación en el tamiz para cáncer.

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2012-07-26   |   528 visitas   |   Evalua este artículo 0 valoraciones

Vol. 18 Núm.116. Noviembre-Diciembre 2011 Pags. 5-29 GINECO 2011; 18(116)