Autor: Cedillo Zúñiga Belinda
Introducción El líquido amniótico es esencial para el desarrollo del feto; además de su papel mecánico ambiental, se encuentra implicado también en los aspectos sensoriales y nutricionales del desarrollo prenatal. Algunas de las propiedades del líquido amniótico son: a) protege al feto de traumatismos abdominales, b) evita la compresión del cordón umbilical entre el feto y el útero, c) protege al feto de infecciones, propiedad antibacterial, d) reservorio de nutrientes, e) proporciona los medios físicos necesarios para un adecuado desarrollo fetal. El líquido amniótico se encuentra en un estado dinámico constante y está estrechamente relacionado con la fisiología de la madre y el feto. Este concepto dinámico es esencial para la valoración y la comprensión de las anomalías del líquido amniótico. Existen seis vías que permiten la entrada o salida de agua y solutos de la cavidad amniótica, cuatro de las cuales son predominantes. Las dos principales fuentes de líquido amniótico son la diuresis fetal y las secreciones pulmonares, mientras que las dos principales vías de reabsorción son la deglución fetal y la absorción a la sangre fetal a través de la superficie fetal de la placenta. La evaluación de la cantidad de líquido amniótico es importante en la clínica y se basa esencialmente en un enfoque semicuantitativo, la determinación del índice amniótico es probablemente el método de elección. El volumen de líquido amniótico es un indicador esencial del bienestar fetal. Las anomalías de volumen como el oligoamnios y el polihidramnios constituyen en potencia signos de alarma de la enfermedad fetal o materna, y se correlacionan intensamente con el aumento de la mortalidad y la morbilidad fetales, incluso en ausencia de malformaciones asociadas.
2014-01-15 | 1,022 visitas | Evalua este artículo 0 valoraciones
Vol. 19 Núm.122. Noviembre-Diciembre 2012 Pags. 26-36 GINECO 2012; 19(122)